Adquirir una nueva vivienda supone una de las decisiones más importantes para la vida de muchas familias, pero no siempre es sencillo conocer todas las acciones que hay que realizar para formalizar la compra y poder entrar por fin en el nuevo hogar. Para resolver algunas cuestiones, aquí va una sencilla guía con 10 pasos que todo comprador de vivienda debería seguir. Estos pasos son:
1) Investigación de Mercado
El primer paso consiste en realizar una buena investigación de mercado en las potenciales ubicaciones donde queremos adquirir la vivienda. Factores como los servicios y comercios presentes en la zona, los accesos de transporte por carretera en áreas no urbanas y el transporte público, en el caso de que se quiera reducir el uso de los vehículos, se deben tener muy en cuenta. Con todo, los precios continúan siendo un elemento de decisión fundamental y más en el actual contexto inflacionista: aunque el Observatorio Inmobiliario del BBVA revela que el precio de la vivienda ya ha tocado techo, se han producido alzas continuadas durante muchos meses y se han alcanzado cotas muy elevadas en algunas zonas. Sin embargo, en estos casos, los potenciales compradores suelen priorizar otros factores como el espacio, el edificio y la calidad de la vivienda.
2) Recursos monetarios
Aunque el precio medio de determinadas zonas nos haya parecido adecuado a nuestras posibilidades, conviene estudiar con detalle las capacidades de nuestros recursos monetarios. Cuantificar adecuadamente los fondos propios (o las posibilidades de préstamos de familiares o amigos) supone un primer factor para después valorar si se puede adquirir la vivienda en su totalidad o mediante un préstamo hipotecario, que en cualquier caso, casi siempre requerirá el pago de una entrada inicial. Además, la actual situación con las subidas de tipos (camino del 4%), que tienen un impacto directo sobre el Euribor y las hipotecas, también es determinante para evaluar estas capacidades.
3) Prospectar
Una vez elegida la zona y evaluados los recursos monetarios, llega la fase de prospección de viviendas. Los portales inmobiliarios pueden constituir una buena opción junto a las inmobiliarias locales y especializadas en la zona, que suelen dar un buen asesoramiento y podrán responder mejor a nuestras preferencias concretas.
4) Visitar y comparar
Es esencial visitar las potenciales viviendas con un ojo crítico bien desarrollado y estimar si su tipología, características y dimensiones encajan con nuestras necesidades. Pero también conocer las calles de la zona principales y secundarias, y el estado exterior e interior de los edificios, incluyendo portales y ascensores.
5) Oferta
Cuando ya se ha tomado la decisión de adquirir una determinada vivienda, llega la etapa de los ajustes de la oferta. En este sentido, si la vivienda es la deseada y su precio está a nivel de mercado, los expertos recomiendan no prolongar demasiado las negociaciones, ya que puede perderse fácilmente la oportunidad de adquirirla si la vivienda tiene suficiente demanda de compradores. También se tendrán que tener en cuenta factores como la cantidad de arras (lo más frecuente es que el comprador entregue un 10% del valor total de la vivienda en concepto de arras, pero el contrato de arras es libre y por tanto puede variar mucho) y los plazos para escriturar.
6) Due Diligence
Otros factores a tener son las consideraciones existentes en torno al edificio o la construccióne y la comunidad de propietarios (conviene enterarse de que no existe ningún problema de estructura, cimentación, medianera y si cumplen con la normativa en cuanto a la inspección técnica). También es conveniente conocer el IBI o los gastos de la comunidad de propietarios y si esta se encuentra en algún punto conflictivo que afecte al conjunto (morosidad, falta de mantenimiento por impagos, casino online dinero real).
7) Firma de las arras
Llegado este punto, hay que negociar los últimos flecos, establecer los gastos de compraventa y firmar el contrato de arras. Existen tres tipos de contratos de arras: confirmatorias, penales y penitenciales. Las arras confirmatorias no están reguladas por el Código Civil por lo que, de no cumplirse el compromiso adquirido, no se puede “resolver” el contrato ni existe la posibilidad de reclamar una indemnización por daños y perjuicios. Para evitarlo existe el segundo caso: las penales. Si alguna de las partes incumple lo pactado, pierde las arras y la parte perjudicada puede solicitar daños y perjuicios. Por último, las arras penitenciales son un tipo de contrato con el que cualquiera de las partes puede desistir del contrato que ha firmado si lo desea, pero están reguladas por el código civil: para hacerlo, el comprador deberá abonar la cantidad que se haya acordado y plasmado en concepto de arras; y para quedar liberado el vendedor, deberá pagar el doble de esa cantidad acordada. De todas formas, hay que asegurarse siempre de revisar y comprender lo que implican las clausulas del contrato.
8) Firma de la notaría
Llega la hora de la firma del contrato ante la notaría, otro gasto que habrá que tener en consideración. Siempre conviene almacenar una copia simple de la escritura y, una vez nos entreguen las llaves del inmueble, es recomendable llamar a un cerrajero para cambiar la cerradura, por cuestión de seguridad.
9) Inscripción en el Registro de la Propiedad
El último paso burocrático es la inscripción de la vivienda en el registro de la propiedad. Se puede tramitar personalmente, pero es preferible hacerlo a través de una gestoría. En muchos casos, la misma notaría donde se ha realizado la firma podrá gestionarlo en el registro. También habrá que tener en cuenta el pago del impuesto de transmisiones patrimoniales y la plusvalía.
10) Puesta en marcha de la vivienda
La casa ya es completamente nuestra pero hay que reformarla si fuera necesario o como mínimo acondicionarla y después amueblarla a nuestro gusto. Por norma general, si se dispone de tiempo y otra vivienda donde permanecer antes de entrar en la adquirida, conviene que la puesta a punto se realice en su mayor parte antes de realizar la mudanza y vivir allí.