Desde la creación de Sto en 1954, el concepto y la importancia de la sostenibilidad para la sociedad ha evolucionado enormemente gracias, en parte, a la innovación en el sector de la construcción. No obstante, en ocasiones, la falta de comprensión y conciencia sobre los principios de lo que la arquitectura sostenible puede llegar a ofrecer acaba derivando en mitos o ideas erróneas que conviene desmitificar.
La arquitectura sostenible se fundamenta en la construcción de edificios teniendo en cuenta las necesidades de las personas y el medioambiente, y tratando de preservar su valor en todo momento. Tal y como recoge el Informe País de Green Building Council España (GBCe), cuatro de cada cinco edificios en España son energéticamente ineficientes. Esto significa que, gran parte del parque edificado del país consume más recursos de los necesarios para alcanzar unos niveles óptimos de confort y servicio. Estas cifras ponen de relevancia la necesidad de impulsar, cada vez más, la arquitectura sostenible como una opción atractiva y necesaria para la industria de la construcción. Un modelo capaz de proporcionar un ecosistema de ventajas económicas, sociales y bienestar para las personas y las comunidades.
Y, para ello, es imprescindible que exista una comprensión precisa de lo que supone la arquitectura sostenible a través de una educación y concienciación sobre sus beneficios reales y haciendo visibles los distintos casos de éxito. Solo de esta manera será posible superar los mitos asociados a este modelo de construcción responsable y se podrá convertir en una prioridad global para el sector. Con motivo del Día Mundial de la Arquitectura( 2 de octubre), los expertos de Sto, multinacional especializada en el desarrollo de sistemas de aislamiento térmico y materiales de construcción, presentarón alguno de los mitos más destacados sobre arquitectura sostenible que conviene desterrar:
La arquitectura sostenible es solo para edificios nuevos.
Existe una creencia generalizada de que la sostenibilidad es solamente aplicable a nuevas construcciones. No obstante, la renovación y adaptación de edificios ya existentes es completamente compatible con la eficiencia energética y la incorporación de materiales sostenibles, tal y como ofrece la solución StoTherm AimS de Sto. Este sistema, distinguido con la etiqueta ecológica Ángel Azul, incluye en su formulación materias primas renovables, como el aceite de pino. En la actualidad los programas de rehabilitación impulsan no solamente la conservación del patrimonio arquitectónico, sino que también buscan mejorar la eficiencia energética, el confort y el diseño a través de soluciones respetuosas con el medioambiente y las personas.
La arquitectura sostenible es estéticamente limitada.
Es habitual encontrar personas que piensen que los edificios sostenibles han de tener un aspecto determinado, o que no resultan visualmente atractivos. Sin embargo, lo cierto es que los edificios sostenibles priorizan la estética además de la funcionalidad y la eficiencia. Los sistemas de fachada de Sto ofrecen una gran libertad de diseño a partir de una amplia gama de materiales expresivos que crean un amplio abanico de posibilidades en cuanto a proporciones, formas, superficies y colores. StoSignature, StoEcoshape o StoVentec Glass son algunos de los acabados con los que se consigue aportar una identidad propia y un gran valor arquitectónico a una construcción de estas características.
Los edificios sostenibles son incómodos o poco funcionales.
Que un edificio sea sostenible no significa necesariamente sacrificar la comodidad o la funcionalidad. Es más, uno de los objetivos de la arquitectura sostenible es ofrecer un ambiente interior saludable y cómodo. Por ejemplo, los sistemas StoSilent ofrecen multitud de soluciones de elevada carga estética asociada a altas prestaciones acústicas, mejorando así el confort interior.
La sostenibilidad solo se trata de energía.
Aunque la eficiencia energética es una parte muy importante de la arquitectura sostenible, no se limita únicamente a eso. También abarca aspectos como la gestión del agua, el uso de materiales sostenibles, la calidad del aire interior y la ubicación del edificio. Crear un espacio que sea agradable, sin contaminantes ni olores, que responda a cambios de temperatura y humedad y que esté libre de ruidos son alguno de los aspectos que persigue la arquitectura sostenible.
La arquitectura sostenible no supone un ahorro.
Según los últimos datos de la Comisión Europea, en el conjunto de Europa, los edificios son responsables de alrededor del 40% del consumo energético y del 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Los edificios sostenibles tienden a integrar soluciones, como un buen sistema de aislamiento térmico exterior o el uso de energías renovables, que se traducen en un importante ahorro energético.